¿Alguna vez te has preguntado la razón por la cual siempre tenemos espacio para comernos un postre si estamos tan llenos de comida?, ¿Por qué a pesar de sentir que “reventamos” y no podemos casi ni mirar más comida, estamos tan ansiosos por ver el menú de postres?, ¿Será que tenemos un estómago para postres?
¡La respuesta es no! Contrariamente a lo que pensaríamos, no tenemos un segundo estómago para postres, aunque pareciera que sí. Porque aunque siempre estamos extremadamente llenos para seguir ingiriendo comida, a la hora de terminar de comer, ya estamos pensando que hay de postre en la nevera, qué tan extensa será la lista de postres del restaurante, o cuánto cambio tendremos en la cartera para sacar algo de las maquinitas.
Esta y otras preguntas fueron las que se realizaron un grupo de doctores, dándole inicio a una investigación cuyo propósito sería darle explicación al fenómeno que nosotros denominamos como “dessert stomach” o estómago para postres. La investigación, realizada por el Dr. Arnold Berstad y su ayudante el Dr. Jorgen Valeur, de Lovisenberg Diakonale Hospital en Noruega, fue publicada en la Revista de la Asociación Médica de Noruega. ¿La conclusión? El azúcar presente en los alimentos dulces estimula un reflejo que hace que el estómago se expanda.
El estómago es un órgano muy flexible que hace que las paredes de su parte superior se relajen para darle espacio a la comida que vamos a ingerir. Sin embargo, según Berstad, “Parece que hay tres factores que colaboran en el desencadenamiento del reflejo de relajación”. ¿A qué se refiere? Que hay tres factores que provocan que el estómago se relaje para ingerir más comida. El primer factor corresponde a la presentación, al olor y al proceso de masticación de los alimentos. El segundo factor corresponde a la presión de los alimentos en el estómago, y el último, el poder saborear la comida.
Según Berstad, esta información viaja a través de los nervios hacia el cerebro, enviando un mensaje de vuelta a la base del tronco encefálico que es quien controla la relajación de los músculos de la pared del estómago. La azúcar presente en los alimentos estimula la relajación del estómago, por lo que “De esta manera se puede reducir la presión sobre el estómago y reducir la sensación de estar lleno. Un postre dulce permite que el estómago posibilite dar cabida a más alimentos”, dictan las palabras de los investigadores. Por lo que, a pesar de que estemos llenos, el olor y la presentación de los alimentos dulces darán como resultado que el estómago se expanda un poco más para dar cabida al postre.
Por otro lado, otro estudio realizado por investigadores canadienses arrojó que la Ghrelina, una hormona que induce el apetito, es una de las responsables de la ingesta de azúcar luego de haber comido y de estar llenos. Los resultados, presentados en la 94ª Reunión Anual de la Sociedad de Endocrinología, fueron determinantes en conocer las respuestas a ciertas preguntas acerca del hambre. El estudio, realizado con ratas de laboratorio, concluyó que los ratones genéticamente alterados consumieron menos azúcar que los ratones con la hormona de la ghrelina, luego de tener acceso a alimentos por cuatro horas al día. “Los resultados subrayan la idea de que la ghrelina es involucrarse en el poder basado en la compensación y retrasa el final de la comida” comunica St-Onge.
¿Nuestra conclusión? Si bien sabemos, a pesar de leer todo lo anteriormente expuesto, nuestra costumbre de ingerir azúcar luego de habernos abastecido con comida no va a cambiar. A pesar de saber de que estamos forzando al cuerpo a hacer más espacio cuando ya llegó a su límite y de hacerlo procesar más alimentos de los que se supone, la realidad es que vamos a seguir muriendo por comernos ese rico flan, ‘cheesecake’, ‘tiramisu’ o el postre de la casa que tengamos disponible. Por lo que te recomendamos que, para no sobrecargar tu estómago de tanta comida, solamente ingieras una pequeña porción de postre para así saciar la necesidad de algo dulce. Una situación “WIN-WIN”.
[…] Según el Dr. Arnold Berstad: “El azúcar presente en los alimentos estimula la relajación del estómago, por lo que de esta manera, se puede reducir la presión sobre el estómago y reducir la sensación de estar lleno. Un postre dulce permite que el estómago posibilite dar cabida a más alimentos, dictan las palabras de los investigadores. Por lo que, a pesar de que estemos llenos, el olor y la presentación de los alimentos dulces darán como resultado que el estómago se expanda un poco más para dar cabida al postre”. (https://adictosadescubrirpr.com/2015/01/28/estomago-para-postres/). […]