Hace unos días se publicó una noticia en los medios donde se anunciaba la compra de lo que fue el lujoso hotel W Retreat & Spa en Vieques. El hotel, que se inauguró en el 2010, estuvo operando en la Isla Nena por siete años hasta que el Huracán María viniera a destruirlo.

Compra millonaria del W Retreat & Spa
En los medios noticiosos se anunció que el cripto magnate e inversionista Brock Pierce compró el W Vieques por la cantidad de $18.3 millones. También se indicó que compró la Hacienda Tamarindo, que se ubica al sur de Vieques.
Un vistazo a la vida de Brock Pierce
Brock Pierce, nacido en 1980, es un empresario americano que ha sido conocido por sus dotes actorales y destrezas empresariales. Cuando era niño, Pierce participó en varios comerciales y en filmes de Disney como The Mighty Ducks (1992), D2: The Mighty Ducks (1994) y First Kid (1996). También tuvo otros roles actorales en películas como Little Big League (1994) y Ripper Man (1995), entre otros.
De adulto, Pierce se enfocó en el mundo empresarial. A sus 18 años formó parte de la compañía Digital Entertainment Network. A los 21 años fundó la compañía Internet Gaming Entertainment y compró varias compañías que eran competidores. Luego fundó ZAM. Ya a sus 33 años, se unió a la firma Blockchain Capital y comenzó a trabajar con criptomonedas. En el 2018 fue nombrado por Forbes magazine como uno de las top 20 personas más ricas en las criptomonedas.
Fuera del mundo actoral y empresarial, Pierce ha estado envuelto en otras actividades. En el 2017 desarrolló la Fundación Integro para ayudar a la isla luego de los sucesos del Huracán María. Y en el 2020 se postuló como candidato independiente para la presidencia de los Estados Unidos.
W Vieques, una mirada al pasado
El hotel W Retreat & Spa, conocido como W Vieques, pertenece a la cadena de W Hotels Worldwide y fue inaugurado en la isla nena en el 2010 por la compañía Reig Capital.
El hotel, diseñados por la española Patricia Urquiola contaba con:
- 157 habitaciones con balcones / patios privados que ofrecían vistas hacia las cristalinas aguas del mar.
- Restaurante Sorcé, el cual combinaba ingredientes orgánicos y locales que crecían en la isla.
- W café
- Áreas de relajamiento (spa, yoga, jardín)
- Fire Pit
- Gimnasio 24 horas
- Barra en la piscina y en el lobby
- Canchas de tenis
- Business Center
- Gift Shop
- Entre otras amenidades
El objetivo del hotel era combinar el concepto lujoso de la cadena de hoteles con el ambiente natural de la isla, para crear una experiencia única. La idea era que los huéspedes tuvieran un espacio donde pudieran relajarse y escaparse de lo cotidiano, sin dejar de lado la sofisticación y lujos de la marca. Realmente fue una experiencia espectacular.
Viviendo la experiencia en el W Vieques
En honor a la reciente compra del hotel W Vieques, quisimos revivir nuestras memorias y compartir nuestra experiencia en nuestro escrito: W Vieques, una mirada al pasado.
Tan pronto llegabas a la isla nena, el hotel te recibía con un lounge espectacular en el aeropuerto Antonio Rivera Rodríguez. En el lounge podías probar diferentes bebidas y relajarte en lo que llegaba el shuttle para llevarte hacia el hotel. Y si llegabas en un horario donde el lounge estuviese cerrado, había un teléfono que te comunicaba con el hotel para anunciarles que ya habías llegado a la isla.



Una vez llegabas al hotel, la experiencia era encantadora: la combinación del lujo, lo natural y lo rústico hacía que te sumergieras en el ambiente. El hotel era bastante colorido con muchos cojines de diferentes formas y colores, lámparas rústicas, techos con diseños y lo mejor, tenía un ‘open concept’; no importaba donde estuvieses, podías observar las hermosas aguas cristalinas.

Las áreas verdes del hotel eran simplemente encantadoras. Tenías caminos para ir a la playa, habían asientos para disfrutar del atardecer y lo más llamativo de todo era la fogata. La misma la prendían al atardecer y los huéspedes tenían la oportunidad de sentarse alrededor de la fogata o apreciarla desde el lobby del hotel.
W Vieques: Su estructura
El hotel era grande, por lo que al llegar, tenías la oportunidad de fotografíar el mapa de la propiedad para así poder ubicarte mejor. La estructura principal se llamaba The Great House y en ese espacio se encontraba el Welcome Desk, Concierge, el Living Room Bar, el restaurante Sorcé y el gift shop.
Frente a The Great House estaba la fogata la cual tenía vista al Océano Atlántico. En el lado izquierdo del hotel se encontraban las habitaciones, el Spa y los jardínes del hotel. En el lado derecho del hotel se encontraban más habitaciones, la piscina, la barra de la piscina (WET), más áreas verdes y la playa W Beach.





Nunca está demás mencionar la comida
¿Hambre o ganas de snacking? El hotel contaba con una estación de café en el lobby para los coffee lovers. Para desayunar, podías sentarte en el restaurante Sorcé y saborear el menú A Wake At Sorcé, hasta las 11:30am. El menú variaba desde los clásicos pastries, huevos y pancakes hasta desayunos creativos como los pancakes de walnuts y guayaba y mimosas al estilo Vieques.

El restaurante también estaba abierto para la cena donde el menú era bastante apetecible. De aperitivos tenía platos como tiraditos de tuna y melón y croquetas de queso de cabra. Para no dejar de lado nuestra cultura, el menú incorporaba platos como carne frita, mofongos y pescados. Para los paladares más refinados, el restaurante ofrecía platos como risotto de gandules, paella de quinoa y camarones al ‘chichaito’.



Y si solo querías picadera, el hotel tenía una barra dentro del lobby. En ella podías seleccionar platos clásicos y aperitivos del menú ‘Living Room’ como hummus, chips, alitas, pizzas, hamburgers y wraps. Un plato que me encantó fue el Guavate Wrap: tenía pernil rostizado, arroz con gandules, maduros, queso suizo, aguacate y yuca al ajillo. Todo dentro del wrap.. Yum!

Una piscina con música
Cuando ya sentías el calorcito de la isla tropical, significaba que era hora de darte un chapuzón en la piscina. En un hotel de lujo, esperas una piscina de lujo con features. Y en eso, este hotel no se quedaba atrás. La piscina, rodeada del verdor de la naturaleza y palmas, tenía una vista espectacular hacia la playa. Una vez te sumergías en la piscina, podías escuchar la música.


Las villas de W Vieques
Y la mejor parte eran las habitaciones. Las mismas se encontraban en pequeñas villas alrededor de la propiedad. Cada villa contaba con varias habitaciones. Si te tocaba el piso bajo, tenías un pequeño patio. De tocarte en el segundo piso, tenías un balcón con vista al océano.

El cuarto era bastante amplio: la cama era cómoda, la consola del televisor quedaba a un lado de la cama y en el otro lado estaba la mesita de noche. El cuarto venía con un ‘Mix Bar’ que tenía dulces, popcorn, alcohol, repelente de mosquito y unos kits para parejas. Lo que usabas, se te cargaba al final de la estadía. El cuarto tenía también un pequeño mueble redondo, y en el baño la ducha, bañera e inodoro, estaba privado.



Algunas villas tenían una pequeña piscina privada donde podías relajarte y disfrutar de la tranquilidad.

Quien tuvo la oportunidad de quedarse en el hotel, vivió una experiencia en todo el sentido de la palabra. Un hotel de lujo, una experiencia natural / rústica, comida deliciosa, excelente servicio y sobre todo, en un ambiente tropical. Esperamos que ahora que el hotel fue adquirido, la propiedad vuelva a ser igual o más placentera de lo que un día fue.
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Referencias
Minelli, Sharon. (24 de enero de 2022). El criptomagnate Brock Pierce compra por $18.3 millones el hotel W en Vieque’s. El Nuevo Día. https://www.elnuevodia.com/negocios/turismo/notas/el-criptomagnate-brock-pierce-compra-por-183-millones-el-hotel-w-en-vieques/
Ballotpedia. (s.f.). Brock Pierce. . Recuperado el 29 de enero de 2022 de https://ballotpedia.org/Brock_Pierce